Delirio de raíz
I
las rejas atrapan sombras
impávidas de vidrio
las ventanas se avientan a la noche
los muros soportan el tirón
del viento
que el Caribe aguanta
con azules irreprochables
y tú
en la selva
y tú en la selva
¿a lado mío?
¿palpando otra carne?
que bebe del mismo fuego
II
sobre la costa
misiles como gaviotas
rompen su reflejo
las nubes esconden la luna
-todo es falso-
tu no me estas mirando
todo es este recuerdo
que se aferra y se repite
todo es el Caribe que se hunde
en estos mis tercos ojos tristes
III
De ella
no hago más que hablar de ella
desde que la conocí no sé hacer otra cosa
-pero eso es normal-
cuando uno ha sido tocado
por una alma dura
pura como un abismo
irremediable
irremediablemente
uno queda preñado de ansiedad y angustia
embebido en las aguas turbias
de la algarabía mundana
y las ganas de gritar al mundo lo sucedido
son insospechadas.
Pero yo hablo de ella antes
antes de que la conociera
en la realidad por lo menos
antes mis sueños ya me la habían contado
ahora es mi memoria quien dibuja su rostro
bajo un atardecer pleno de luz diáfana
Por eso
por eso no hago más que hablar de ella
en el día en la mañana toda la tarde
ahora la madrugada sigue en mi garganta
pero el insomnio sede
una línea antes de dormir
tras las fronteras de tu costa, todos los imperios tiemblan
(Buenas noches)
(Ilustraciones: Alex Ballesteros)