Silueta
No eres tú quien me gusta,
son tus márgenes;
el espasmo que provoca
tu estremecedor tacto,
lo que me resulta atractivo de ti,
son sólo tus extremos.
Lo solaz de recorrer tu perímetro
-centímetro a centímetro-
con el estertor de mi aliento,
con el sincope de mi ánimo.
¡Hay días en que sólo adoro!
¡Ay, días en que solo azoro!
No es nada de ti
sublime ignominia,
de ti no es nada
Vida, vida mía;
sólo tu silueta,
solo tu contorno.
son tus márgenes;
el espasmo que provoca
tu estremecedor tacto,
lo que me resulta atractivo de ti,
son sólo tus extremos.
Lo solaz de recorrer tu perímetro
-centímetro a centímetro-
con el estertor de mi aliento,
con el sincope de mi ánimo.
¡Hay días en que sólo adoro!
¡Ay, días en que solo azoro!
No es nada de ti
sublime ignominia,
de ti no es nada
Vida, vida mía;
sólo tu silueta,
solo tu contorno.
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